Los hechos se produjeron luego que el imputado, aprovechando la relación de convivencia que tenía con la afectada, decidió enterrarla en una habitación del inmueble que compartían durante tres días, espacio de tiempo en que procedió a abusar sexualmente de ella y a negarle cualquier tipo de alimentación.
La investigación llevada a cabo por la PDI permitió lograr la individualización del responsable de estos hechos, mientras que las pericias y exámenes practicados a la mujer arrojaron evidencia irrefutable del abuso del que fue víctima.
El antisocial, quien mantiene condenas por los delitos de robo con violencia y robo por sorpresa, fue puesto a disposición de la justicia para el respectivo control de detención
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